Génesis Rúa

No sé por dónde empezar este escrito y sinceramente aún no tengo título para él. Pasé dos noches sin poder conciliar el sueño desde que me enteré de lo que le sucedió a Génesis Rúa. Creo que todos los lectores saben quién es Génesis y lo que le ha pasado. No estoy segura de si debería escribir “era” o “es” Génesis. Según las reglas gramaticales, lo correcto sería decir “quién era Génesis”, pero a mí me parece que no dejamos de ser aunque ya no respiremos en este planeta.

Para aquellos que aún no sepan quién es Génesis, era una niña de nueve años que vivía en el municipio de Fundación, Magdalena. Una tarde de septiembre, salió de la casa de su abuela para visitar a su tía, quien vivía a solo una cuadra de distancia. Desafortunadamente, el vecino de enfrente la engañó y la hizo entrar a su casa, la violó, la asesinó y trató de incinerar su cuerpo en un fogón de leña.

El crimen cometido contra Génesis fue una barbarie, una atrocidad, y me aterra pensar en el dolor y el miedo que esa niña frágil e inocente tuvo que soportar en manos de ese monstruo llamado Adolfo Enrique Arrieta.

Pero a pesar de ser un hecho tan espantoso, Génesis no se convirtió en tendencia en Twitter ni el día que murió ni en todo el fin de semana, sino hasta casi 4 días después. ¿Por qué debería haber sido tendencia en Twitter? Porque, aunque suene extraño, la agenda nacional se mueve en gran medida en esa red social.

Ese fin de semana, las tendencias en Twitter fueron las declaraciones de #AmparoGrisales, #RumboAMissUniverso y lo que dijo Carolina Gómez, mientras que Génesis fue ignorada por la agenda nacional.

Para muchos, Génesis es solo una niña muerta más. Quizás esto se deba a que ella no fue asesinada por un hombre de la sociedad bogotana, sino por un degenerado sin alcurnia, un exvendedor de leche y desempleado. Pero la realidad es que en nuestro país, los niños no están protegidos ni en sus hogares, ni en la escuela, ni en la calle.

Definitivamente, no podemos acostumbrarnos a este tipo de noticias ni permitir que hechos tan atroces ocurran impunemente. ¿Cómo podemos frenar la violencia hacia nuestros niños? Creo que es necesario establecer una legislación más dura, tal vez incluso una cadena perpetua para los perpetradores.