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Experto urge un acuerdo económico global, con medidas valientes ante COVID-19

Logroño, 10 abr (EFE- Rebeca Palacios).- La pandemia de coronavirus urge una respuesta económica institucional a nivel global, como ocurrió con la crisis de 2008, para que los países acuerden medidas “valientes”, que después adaptará cada territorio, ante la “incertidumbre” que ha generado, ha dicho a Efe el experto en gestión de riesgos financieros Gumer Alberola.

Este especialista en financias internacionales y profesor de la Universidad Internacional de La Rioja (UNIR) ha recalcado que este acuerdo global es “clave” para garantizar la confianza de los inversores y los ahorradores y para reducir la volatilidad de los mercados.

Este experto ha augurado que, tras la pandemia, habrá “una fuerte caída en el consumo” debido a la “inseguridad” económica que ha provocado el cese de las actividad para muchos colectivos y los cambios que se producirán en algunos comportamientos y hábitos sociales.

A esta situación se suma un componente de “inseguridad física”, ha añadido, como el que se produjo internacionalmente tras el 11 de septiembre de 2001 y la gripe aviar; o en España, después de los atentados terroristas yihadistas del 11 de marzo de 2004.

“Sin embargo, esta es la primera vez que algo nos ha llevado a ‘las trincheras’ a la totalidad de la población mundial, y además, no sé sabe hasta qué momento durará esta situación, y esto algo que no tiene precedentes, lo que genera aún más incertidumbre”, ha agregado.

Según sus datos, los mercados han tenido hasta la fecha comportamientos similares a los de otras crisis precedentes, pero “la virulencia de las caídas no había sido tan significativa” como la registrada con la pandemia de coronavirus.

Así, ha constatado que las volatilidades alcanzadas por los mercados internacionales en las últimas semanas nunca habían sido “tan elevadas”.

También se han registrado correcciones a la baja de indicadores clave de confianza del consumidor por parte de gerentes de empresas y otros datos relacionados con el futuro de la estabilidad económica, ha precisado.

Aparte de los cambios en el consumo de los ciudadanos, ha considerado que la pandemia de coronavirus podría precipitar un cambio en el poder económico a nivel mundial, en función de la capacidad que demuestre cada zona para “normalizar” la situación y la posibilidad de que se produzcan nuevos brotes.

El Banco de España indica que los ahorradores españoles tienen invertido su dinero en depósitos bancarios en efectivo (40 %), fondos de inversión y acciones (40 %), seguros y planes de pensiones (17 %) y el resto en otros activos, como renta fija.

Ha asegurado, derivado del “nerviosismo” que ha causado el COVID-19, que el patrimonio de los fondos españoles ha descendido en torno a los 30.000 millones de euros, ocasionado por los desembolsos que se han realizado para generar liquidez “a corto plazo” y también por la caída de los activos financieros que componían los fondos.

A su juicio, este desembolso no ha sido “alto” en comparación con lo que ha supuesto en volumen de caída de los fondos de inversión.

“Por el momento, se está manteniendo la prudencia en el comportamiento del ahorrador porque los desembolsos se han realizado en aquellos fondos en los que se han generado menos pérdidas, como los de renta fija”, ha dicho.

Los ahorros en cuentas y depósitos superan ya los 950.000 millones de euros, una circunstancia “acelerada” desde el inicio del año por “miedo” a esta crisis, ya que cree que los ciudadanos quieren tener liquidez para afrontar situaciones como la pérdida del trabajo.

Pero esta respuesta ante la “incertidumbre” económica no solo se ha producido entre las familias, también las empresas requieren contar con mayor efectivo y liquidez, debido a la “suspensión absoluta de la actividad” y la obligación de tener que afrontar “pagos importantes”, ha añadido.

Las empresas cuentan con unos 250.000 millones de euros en depósitos, “una cantidad que podría desaparecer rápidamente si no hay medidas de apoyo para afrontar sus gastos futuros en un entorno sin ingresos”, ha vaticinado.

Por ello, en los últimos días se ha producido una “avalancha” de peticiones de créditos por parte de las empresas para disponer de liquidez y afrontar el pago de nóminas, IVA, alquileres, proveedores y otros gastos.

A esta situación se sumarán “más dificultades” con la llegada del mes de abril, cuando hay que pagar liquidaciones del IRPF y impuesto de sociedades del primer trimestre.

Ha alertado del “efecto dominó” que puede suponer la situación financiera de las empresas sobre los proveedores y el desempleo, por lo que ha confiado en que el Estado apoye de alguna manera a los empresarios porque les necesita para generar ingresos por la vía de impuestos. EFE.

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