El equilibrio Chino-económico en una nueva era
Luego de haber evidenciado en el XIX Congreso del Partido Comunista Chino el poder en China, por parte de Xi Jimping, corresponde un rápido examen sobre aspectos del actual desarrollo económico de ese país. Recordar que en ese momento de hacer una presentación conceptual de lo que seguirá en su gestión, prometió para su gobierno una nueva era de socialismo y hasta el 2050 .En lo que hace a la relación con el resto del Mundo, aseguró que se abrirá y promete un trato igualitario para las empresas extranjeras .La apertura trae el progreso, los cierres arrastran el atraso. “China no cerrará sus puertas”.
A ese fin China está empezando un viaje hacia dos objetivos históricos, hacer de China una sociedad relativamente acomodada, en todos los aspectos, para el año 2049, un año antes de que el 100 aniversario de la Fundación del PCCh (Partido comunista chino). Para lo que se deberá erradicar la pobreza en 2035. Todo bajo el impulso de la lucha contra la corrupción, que ha sido un elemento distintivo desde que Xi Jimping asumió la Presidencia en 2012.
La economía china, ahora, descansa sobre una base mucho más sólida y estable respaldada por un consumo doméstico cada vez mayor gracias a una clase media en rápido crecimiento y una serie interminable de proyectos de inversión como aeropuertos, metros y trenes, empresas conjuntas de alta velocidad en el campo de la tecnología y el establecimiento de nuevas ciudades como la nueva área de Xiong´an, al sureste de Beijing.
La demanda del mercado en general deberá seguir siendo fuerte, por el aumento del poder adquisitivo de los hogares chinos, que consumen una larga lista de productos que van desde ropa y cosméticos, hasta teléfonos inteligentes y automóviles eléctricos. Al mismo tiempo, el plan trienal del gobierno para ayudar a 23 millones de residentes rurales a comenzar a salir de la pobreza para 2020, también contribuirá a la demanda general, ya que se construirán viviendas nuevas y se gestionará más energía.
Fundamental seguir con la iniciativa de “Belt and Road” (o Camino de la Seda).Se trata de una visión de un crecimiento compartido, China lo promueve, con facilitación de inversiones y finanzas, y con crecimiento económico, amigable con el planeta.
En materia de comercio exterior, China, podría tener inconvenientes con la administración Trump, si decide Estados Unidos impulsar más el proteccionismo. Aunque, la recuperación del crecimiento en la zona del Euro, Japón, Rusia y el sudeste asiático, el aumento del consumo en estos mercados continuarán respaldando el comercio con China. Estratégicamente, China buscará incrementar su relación con América Latina, ya no solo en el comercio de bienes, sino también en el de las inversiones, la cooperación y el financiamiento, A través de TLCs (Tratados de Libre Comercio) ya ha cerrado acuerdos con: Chile, Perú, y Costa Rica, Estando en trámite con Panamá y Uruguay.