La columna de AlfredoOpinón

¿Economía Real y Mercado Financiero?

Un tiempo atrás, una noticia en un medio de comunicación señalaba:” La apertura de la Bolsa en París y New York, será atentamente seguida este próximo lunes. El valor de las acciones, que ahí se cotizan, ha caído la última semana, luego de dos años en alza, poco interrumpida. Operadores temían que era, indirectamente, el efecto de la agonía de las inyecciones de liquidez de los Bancos Centrales (incluido el Banco Central Europeo) en el Mercado Financiero”. Tanto es así, que se llamaba a la capacidad de emisión de los Bancos Centrales, como “del dinero fácil”, pero que, al disminuir su presencia, creaba el efecto señalado.

Alfredo Oliveros. Egresado como Contador Público de: Universidad de la Rep. del Uruguay y Universidad de Buenos Aires (Argentina). Máster en Economía Internacional de la Universidad de Belgrano (Argentina). Docente en Economía en distintas Universidades de América Latina. Contratado como asesor por distintos Gobiernos de América y asesor de distintos programas del BID (Banco Interamericano de Desarrollo)

Otra circunstancia, con efectos similares a considerar, aunque indicativos, viene dada por las posibles intervenciones de la Reserva Federal de los USA, especialmente por sus “anuncios” en materia de “intereses futuros”, vinculados con el dólar y el desarrollo comercial, en la medida de su participación en la formación del Tipo de Cambio. En el Mercado y en la Economía, tanto a nivel de cuantía de intervenciones, como a nivel psicológico, los Bancos Centrales, todavía parecen ejercer una cierta influencia. Ya que supuestamente les sirve. para su objetivo de tratar de reorientar la economía, cuándo esta se aparta del camino establecido, con el fin de salvaguardar los intereses de los respectivos ciudadanos. Está es una actividad de Economía Financiera.

La participación en el manejo de la liquidez por los Banco Centrales no podía durar eternamente, ya que puede tener efectos contrarios y no deseados. El aumento de masa monetaria no respaldada, como se expresa más adelante, crea inflación (suba de precios). Si a eso se agregan aumentos de salarios en: -únicamente- función de dichas alzas, puede desatar inquietudes en los inversionistas, ya que pueden considerar que se está iniciando la cascada del aumento de costos y la consecuente disminución de las ganancias de las empresas y como consecuencia, pérdida del valor empresarial. Y eso puede implicar, afectar la Economía Real o Productiva. O sea, se interfiere en la producción, la distribución y el consumo.

Se actúa sobre el consumo de bienes y servicios generados en las unidas productoras y consumidas en un nuevo Mercado determinado. La Economía Financiera es mucho más volátil. Osea, está sujeta a bajas y alzas mucho más fuertes e imprevistas, que la Economía Real, ya que es un espejo de las expectativas capitalistas y estas pueden cambiar mucho más rápido que los hechos productivos y consumos. El problema se agrava, cuando una crisis de la Economía Financiera “contagia” a la Economía Real, ocasionando: cierre de empresas, despidos, y falta de consumos.

“Los bancos centrales de todo el mundo se han visto obligados a tomar medidas extraordinarias para ayudar a la recuperación de sus economías del impacto de las crisis financieras. Y lo peor es que las personas que tras la crisis más se quejan de medidas extraordinarias son las que seguramente más objetarían las pequeñas medidas preventivas que hubieran reducido la probabilidad de que se produjese una catástrofe similar, lo cual es pura y simplemente irracional” (Richard Thaler)”

“Las poderosas fuerzas sociales desatadas por la naciente sociedad de costo marginal cercano a cero son disruptivas y libertadoras al mismo tiempo. Es muy improbable que se puedan detener o invertir” (Jeremy Rifkim)

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