Salud

Ansiedad por fibromialgia se calma con terapia psicológica

Mediante un programa de intervención psicológica grupal, llamado “Cultivando espacios de presencia amorosa”, que fue adaptado a la virtualidad, los pacientes con fibromialgia –trastorno crónico que causa dolor musculoesquelético en todo el cuerpo– reducen significativamente los niveles de ansiedad, uno de los efectos colaterales de esta condición.

BOGOTÁ D. C., 19 de marzo de 2021 — Agencia de Noticias UN-

Además de este comportamiento, algunos de los cuadros psicológicos que presentan estos pacientes, la mayoría mujeres, son: altos niveles de depresión, dificultad para expresar los sentimientos, deseo y sensación de impotencia para realizar actividad física, y trastorno de personalidad.

“Estos espacios resultan importantes para los participantes, pues encuentran un lugar seguro donde trabajar el bienestar y crecimiento personal, además de herramientas para afrontar situaciones cotidianas y favorecer el estrés y el malestar”.

Así lo aseguran Karenth Margarita Jiménez López y Roger Smith Rojas Monroy, magísteres en Psicología de la Facultad de Ciencias Humanas de la Universidad Nacional de Colombia (UNAL), diseñadores del programa de intervención, que más que apuntarle a la reducción del dolor, crea herramientas para que las personas encuentren una forma de vivir con su cuerpo, con un mayor bienestar, evitando el autojuicio y la crítica por su condición.

En la intervención se realizó un proceso inicial de entrevistas a los participantes teniendo en cuenta que efectivamente tenían diagnóstico de fibromialgia por reumatología desde hace un año (como tiempo mínimo). Se seleccionaron dos grupos, uno de control con 16 participantes y uno experimental, con 14, con edades entre los 22 y casi los 60 años, en su mayoría mujeres.

Menor ansiedad

A través de la plataforma Zoom se hicieron ocho sesiones de dos horas cada una, en las que se abordaron variables como ansiedad, depresión, dolor y catastrofización (procesos cognitivos, emocionales y conductuales que amplifican las sensaciones dolorosas percibidas y predisponen a la perpetuación del dolor), las cuales se midieron antes y después de la intervención, con descansos cada 15 minutos, dada la condición de los pacientes.

Los asistentes experimentaron una notable reducción en sus niveles de ansiedad, especialmente, pues manifestaron no sentirse inquietos, preocupados o alterados a pesar de seguir con los síntomas presentes. Además ninguno manifestó ningún tipo de efecto adverso, lo que significa, según los expertos, que la propuesta resulta segura para los pacientes.

También mostraron buenos resultados en la reducción de la depresión, la catastrofización y el malestar físico. Sin embargo, estos valores no lograron ser lo suficientemente significativos comparados con el grupo de control sin intervención.

Una condición de poca atención

Se estima que en todo el mundo existe una tasa de entre el 0,5 y 2,5 % de personas con esta enfermedad que se ubica en el área de la reumatología, junto con otras enfermedades como la artritis reumatoide y el lupus.

En Colombia esta condición se mueve en valores similares (0,5 a 2,0 %) y se presenta especialmente en Cali, Bogotá y Medellín, a partir de los 20 años, aunque la edad promedio es de 40 años.

Pese a que no es peligrosa ni mortal, la fibromialgia sí afecta la calidad de vida e incluso el entorno laboral de quienes la padecen, ya que en algunos casos llega a ser incapacitante. Sin embargo desde la psicología aún no existe información clara sobre el perfil de la enfermedad.

Esta enfermedad se da de forma homogénea, pues algunos estudios sugieren que entre el 25 y 30 % de la población afectada tiene el trauma –ya sea por abuso o abandono– como un elemento presente. “En nuestro país, estos pacientes son los que se califican con peor calidad de vida, incluso sobre otras condiciones reumatológicas”, detalla el estudio.

Según los investigadores, es usual que las mujeres que padecen de fibromialgia reporten sentimientos de rabia, dolor y rechazo hacia su cuerpo y su imagen corporal, además de sentirse ineficientes, pues perciben el cuerpo como un lugar de limitación.

“Muchas veces estas mujeres han tenido una vida centrada en lo médico para atender su condición con medicamentos y medidas farmacológicas, y en la mayoría de los casos se ha dejado de lado la noción de bienestar general que se requiere para afrontar cualquier enfermedad, especialmente las crónicas”, señala la investigadora.

(Por: fin/SMC/MLA/LOF)

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