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Al menos 55 muertos por un ataque explosivo en una mezquita de Afganistán

Al menos 55 personas murieron hoy en un atentado suicida con explosivos durante la oración de mediodía en una mezquita chiita de Kunduz, ciudad del noreste de Afganistán, cinco días después de otro ataque en Kabul.

La detonación fue provocada por un suicida, dijo Matiullah Rohani, responsable regional de los talibanes a cargo de la Cultura y la Información.

“Hasta ahora hemos recibido 35 cadáveres y más de 50 heridos”, explicó a la agencia de noticias AFP un médico del hospital central de Kunduz, que no quiso que su identidad fuera divulgada.

Poco antes, un responsable local de la ONG Médicos Sin Fronteras (MSF) dijo que su clínica en Kunduz recibió “a más de 90 pacientes heridos y al menos 15 cadáveres”.

La explosión se produjo durante la oración de mediodía, la más concurrida de los viernes, día de descanso musulmán y los testigos describieron escenas atroces.

“Vi al menos 40 cadáveres”, dijo un comerciante local, Zalmai Alokzai, que se dirigió inmediatamente al hospital para donar sangre para las víctimas.

“Las ambulancias iban y venían para transportar los cadáveres”, añadió.

“Era aterrador; algunos vecinos murieron o están heridos. Un vecino de 16 años falleció, solo pudimos encontrar la mitad de su cuerpo”, dijo una profesora que vive cerca de la mezquita.

El ataque no fue reivindicado hasta el momento, pero el grupo yihadista Estado Islámico (EI), rival de los talibanes, perpetró actos similares en las últimas semanas.

Hace cinco días, reivindicó un atentado contra una mezquita de Kabul que dejó cinco muertos. En el lugar se celebraba una ceremonia funeraria tras la muerte de la madre de Zabihullah Mujahid, principal portavoz talibán, fallecida la semana pasada.

En Afganistán, los chiitas, que representan el 20% de la población, son a menudo blanco de atentados, perpetrados en la mayoría de los casos por la rama local del EI, el Estado Islámico-Khorasan (EI-K).

Este grupo fue responsable de algunos de los ataques más sangrientos de los últimos años en Afganistán y Pakistán, incluyendo atentados suicidas en mezquitas, hospitales y otros lugares públicos.

Por ejemplo, en agosto de 2019 reivindicó un atentado contra chiitas durante una boda en Kabul, en el que fallecieron 91 personas.

También se lo considera responsable de un ataque perpetrado en mayo de 2020 contra la maternidad de un vecindario mayoritariamente chiita de la capital afgana en el que fallecieron 25 personas, entre ellas 16 madres y varios recién nacidos.

El 26 de ese mes, más de cien personas murieron, entre ellas 13 soldados estadounidenses, en un atentado en la zona del aeropuerto de Kabul reivindicado también por el EI-K.

“Los hechos de hoy se inscriben en una tendencia preocupante de violencia”, lamentó en un tuit la misión de la ONU en Afganistán (Unama).

Naciones Unidas también advirtió hoy que solo se distribuyó un tercio de las ayudas de urgencia pedidas para Afganistán, amenazado por una eventual crisis humanitaria.

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